Eran las ocho en punto de la noche en pleno lunes de carnaval 2013, estaba a tan solo un día para que fuera miércoles de ceniza y se culminarán las fiestas carnestoléndicas de nuestra ciudad. Intentar tomar un bus, un día de carnaval de Barranquilla en la noche e ir a cualquier destino fiestero o carnavalero es casi un viacrucis y yo diría que hasta imposible, tomar un taxi es demasiado costoso e irse a pie extremadamente peligroso.
Hay varias opciones para dirigirse a un evento y las denominare como A, B y C. El transporte público que apesar de lo barato (que en este caso nombrare opción “A”) dentro del bus, sí logras subir, te sentirás como sardina en lata.
Sí tomas, un taxi (que en este caso, denominaré “B”) creo que sería peor pero para su bolsillo, los abusivos taxistas que no merecen otro adjetivo para el excesivo y vulgar cobro de carreras (O trayectos) en carnavales, cobran altas sumas de dinero por más cercana que sea la carrera y lo peor del caso es que a veces se abstienen de hacer carreras ‘lejanas’ precisamente pensando en que su negocio en carnavales es hacer carreras relativamente cercas al sitio donde están laborando y poder regresar rápidamente a seguir recogiendo pasajeros para abusar y aprovecharse de la necesidad de las personas de llegar a su respectivo hogar a pasar su tusa, hambre, sueño, borrachera o cualquier otra cosa que vayan hacer (En caso de estar acompañados). La opción “C” bastante económica, ecológica y turística es “tirar pata” o caminar, a pesar de que se corre el riesgo de ser atracado por personas inescrupulosas (Y que acosta de otro quieren aumentar ilícitamente sus ingresos) o atropellado por irresponsables conductores embriagados, definitivamente está opción es la forma más “atractiva para su bolsillo” de llegar sano, salvo y con plata a donde te diriges. (Lo digo porque nada te garantiza que pagando el bus o el taxi, no te atraquen en la insegura pero feliz y hermosa Barranquilla).
Mi conclusión es: “Sí vas a disfrutar de tus carnavales, camina por todos los lugares (Ojalá y acompañado)”.
Al final de cuentas para llegar a mí destino me decidí por la opción “B” y un poco disgustado por la lejanía e imposibilidad de tomar la opción "C”. Después de todo, llegué con dolor de bolsillo a la famosa CARNAVALADA del barrio Santa Ana (Para mí, Barrio Bellavista) y noté que definitivamente esta calle 68, se convierte en un escenario mágico de cultura, tradición, baile y alegría donde hasta la Reina del Carnaval ha estado compartiendo. Y que muchos Barranquilleros y visitantes se pierden, por pagar costosas boletas de magno eventos -que para mi concepto son ajenos al Carnaval, sin embargo se hacen en estas fechas– la carnavalada, es el sitio perfecto para que todos disfruten con todos.
Alrededor de las ocho y treinta y cinco de la noche, el lugar está lleno, pero no a reventar, a primera vista encuentras de todo, jóvenes, viejos, niños, adultos… Al ingresar como serpiente entre la gente, rozando con cuerpos muy lindos otros no tanto, cruce de miradas atractivas otras un poco desagradables, vas descubriendo también a que llegaron varios de los asistentes… Es fácil, darse cuenta que muchos van a tomar, a fumar lo que no se puede fumar en cualquier otro lugar, también encuentras extranjeros con los que tienes la oportunidad de hablar (Sí entiendes su idioma de procedencia), compartir, bailar, tomar, fumar y hasta enamorarse, otros van en busca de plan (De cualquier tipo) otros simplemente van a ver el espectáculo y algunos que simplemente no sabes que hacen ahí.
En todo caso, desde que llegué hasta que me fui del sitio, disfruté a plenitud bailando, cantando y gritando con mi grupo de amigos de las presentaciones de artistas y grupos folclóricos de nuestro país, unos más famosos que otros, pero precisamente y como lo intentó Daniela Cepeda Tarud, Reina del Carnaval 2013, de resaltar esa música de tradición perteneciente a nuestros ancestros, con nuestra presencia y apoyo a la música propia, creo que somos nosotros los que debemos enamorarnos de nuestra cultura.
Pude notar indudablemente que el ambiente del lugar es fabuloso, me gusto al igual que el año pasado, cada grupo está en ‘su cuento’, el lugar está repleto, no cabe un alma ahí. Creo que ese día como en cualquier otro de la carnavalada o otra fiesta de carnaval, bailas con gente que no conoces, que no conocías, que apenas estas conociendo o que quieres conocer. Creo que de ahí pueden salir relaciones amistosas, laborales o sentimentales muy interesantes.
En mi caso, creo que no me fue muy bien en los dos últimos aspectos pero en el primero me fue de maravilla. Sí de algo estoy seguro de ese evento (Y de muchos otros de nuestro carnaval) es que habrá muchos partos en noviembre, la tasa de natalidad en Barranquilla y municipios de todo el Atlántico, va a aumentar significativamente gracias a los carnavales de nuestra ciudad y de las ciudades de la región que también celebraron sus fiestas carnestoléndicas y también, aumentaron y seguirán aumentando los ingresos económicos, Barranquilla se convierte en epicentro de cultura, turismo y tradición de nuestro país, por algo la UNESCO declaró su carnaval como patrimonio oral e inmaterial de la humanidad.
Mi balance en aseo (Porque la ciudad estuvo limpia por lo menos, los 4 días de Carnaval) y en materia de seguridad Barranquilla está igual que las demás ciudades del país para mí concepto, los hurtos aunque ocurrieron en su mayoría se dieron por descuido de las personas (Considerando que nada justifica un robo, pero la falta de oportunidades en este país es la excusa perfecta para los ladrones) aunque la verdad yo vi muchísimos policías, personal de la Defensa Civil y Cruz Roja en las calles, respecto a los accidentes se disminuyeron, porque aparentemente la gente se concientizó, no todos los conductores por supuesto pero por lo menos algunos, tuvieron en cuenta que el trago y el carro es una combinación explosivamente peligrosa para todos, conductores y transeúntes.
Personalmente, me parece que no tienes que tener mucho dinero para disfrutar de los carnavales de Barranquilla, creo que con poco presupuesto disfrutas de un sin número de eventos (Realmente carnestoléndicos) que no afectan su bolsillo y donde se apoya significativa y directamente la tradición de los bailes y música de nuestras fiestas en la puerta de Oro.
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