Y no sé porque la Guajira se mete al océano así como si pelear quisiera como engreída como altanera como para que el mundo supiera que hay una princesa aquí… Empiezo con una estrofa de la canción benditos versos de los Betos, juglares vallenatos que sin ser mis cantantes favoritos, ni mi género musical preferido, me ponen a versear hasta a mí, porque siempre que la escucho y sin importar el lugar donde este, evoca sentimientos hermosos en mi mente y en mi corazón. Una tierra absolutamente mágica con lugares paradisiacos no visitados como se querría. Hace algún tiempo leí un estado de un excompañero de clase en la red social Facebook que preguntaba por qué La Guajira no es tan activa en turismo y sin pensar dos veces decidí participar y escribirle de inmediato un comentario sobre un departamento que me vio crecer y del que me siento orgulloso de haberme criado y de todo lo que hasta ahora me sigue brindando. Sin embargo, a la hora de responder preferí ser imparcial y no en
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